domingo, 10 de enero de 2010

RECARGANDO LAS PILAS


Cuando te sientas abatido/a, tómate unos instantes, siéntate con la espalda derecha, cierra los ojos, concéntrate en la respiración, inspira y exhala por nariz, siente el recorrido del aire, su temperatura, observa el movimiento de tu abdomen e intenta que la respiración sea cada vez más lenta, suave y profunda, al aquietarse la respiración se aquieta la mente, trata de volver a tu eje, llenándote de luz y amor cada vez que inspiras y soltando las preocupaciones y tensiones cada vez que exhalas, así durante algunos minutos.
Pide fuerza y guía para continuar y quédate en calma unos instantes más. Lentamente comienza a tomar conciencia de tu entorno, de los ruidos, tu cuerpo, haz micromovimientos e incorpórate con suavidad. Que la vida te sonría...

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